Guardas tus palabras en frasquitos de vidrio, todas aplastadas, revalsantes... insoportables.
Me das nauseas y nervios. Me das vertigo. ¿Quien sos? ¿Quien te transformó?
¿De qué me hablas cuando me hablas?
Ni vos lo sabes, sos tan contradictorio!
Andate, andate, andate...
Y volvé cuando lo sepas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario