domingo, 13 de febrero de 2011

sábado, 12 de febrero de 2011

V_os


Vos sabes de mis ganas de cambiar.
Vos sabes de mi historia, de mis locuras, y de mis divagues.
Vos sabes descifrar, y de la mejor manera, cada una de mis facciones.
Vos sabes cuando algo no anda bien, o cuando algo se rompió.

Vos me conoces mejor que yo.

Vos compartís cada sonrisa, cada momento.
Vos compartís las ganas de ser "siempre mejor".
Vos compartís lo que sos, ese tesoro que no me canso de ir descubriendo.

Vos sabes lo que es compartir.

Y yo quisiera devolverte solo un poquito, de todas esas cosas que vos sos.
Quisiera poder tener algo para ofrecerte, y que no sean solo estas palabras.
Quisiera cambiar de vez en cuando nuestra situación, ser un poco yo la que "te banque", y no ser siempre vos mi psicoanalista preferida. (jaja)

Porque vos sabes, y yo también lo se, que siempre es tu hombro el que me sostiene; siempre son tus mates los que acompañan nuestras charlas; siempre son mis problemas los que escuchan tus oídos....

Ya sabrás lo que quiero decirte, se que podes descifrarme siempre... aunque ni yo me entienda.



miércoles, 9 de febrero de 2011

lunes, 7 de febrero de 2011

Instrucciones para llorar

Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.

Julio Cortázar